04 de junio de 2024
Investigaciones recientes reconocen las limitaciones de la edad cronológica a la hora de evaluar el envejecimiento. Los relojes epigenéticos, que miden la metilación del ADN, ofrecen estimaciones de la edad biológica más precisas. Por su lado, los ritmos circadianos impactan la salud y el envejecimiento. Existen dispositivos portátiles digitales que permiten un seguimiento continuo de los ritmos circadianos. CosinorAge, un biomarcador digital desarrollado a partir de la ritmicidad circadiana derivada de dispositivos portátiles en 80.000 adultos mayores y de mediana edad en el Reino Unido y los EE. UU., predice la mortalidad y las enfermedades relacionadas con la edad utilizando datos circadianos. Sin embargo, de acuerdo con los autores, las limitaciones incluyen la duración y la variabilidad de la recopilación de datos, por lo que recomiendan más investigaciones para explorar todo su potencial y sus efectos longitudinales.