17 de junio de 2024
Las células senescentes, marcadas por factores como el aumento de ß-galactosidasa y p16INK4a, desempeñan papeles clave en el envejecimiento de la piel. El fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP por sus siglas en inglés) incluye moléculas proinflamatorias que pueden dañar los tejidos, contribuyendo a la aparición de arrugas, reducción de la elasticidad y otros signos del envejecimiento de la piel. Los nuevos tratamientos dirigidos a las células senescentes y sus efectos, como los senolíticos y los cambios en el estilo de vida, son prometedores para rejuvenecer la piel y retrasar las afecciones cutáneas relacionadas con el envejecimiento.