05 de abril de 2023
Resumen: De acuerdo con un estudio internacional conocido como “INTERSTROKE”, los trastornos del sueño, que incluyen la duración del sueño de corta y larga duración, el sueño de mala calidad, los síntomas de la apnea obstructiva del sueño (OSA por sus siglas en Inglés) y las siestas prolongadas, se asocian con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular agudo.
El estudio encontró un aumento gradual en las probabilidades de accidente cerebrovascular por aumentos acumulativos en los síntomas del sueño. Los hallazgos fueron consistentes para accidente cerebrovascular isquémico y para hemorragias intracerebrales. Las siestas prolongadas y no planificadas fueron factores de riesgo potenciales de accidente cerebrovascular, pero las siestas cortas y planificadas no se asociaron con un mayor riesgo. Estos hallazgos sugieren que la alteración del sueño puede ser un importante factor de riesgo de accidente cerebrovascular, modificable y sobre el que se puede actuar.